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El pensamiento y los planteamientos de Nietzsche se me hacen sumamente interesantes. A lo largo de su obra, podemos ver una crítica los valores tradicionales en los que se fundamenta la sociedad occidental.
Plantea un triunfo de lo apolíneo frente a lo dionisiaco, donde el primero se refiere a la razón, el individuo y el ego, y el segundo, a las pulsiones e impulsos del cuerpo. Para Nietzsche, la vida es en realidad estas pulsiones, sofocadas por el cristianismo y sus bases apolíneas, en el abandono de las pasiones.
Este filósofo también hizo un planteaba ideas consideradas radicales, como “la muerte de Dios” y el “superhombre”. Estas ideas han sido mal interpretadas a lo largo de la historia, y han servido de fundamento a regímenes totalitarios. Por lo tanto, es muy importante aclarar ambos puntos para no dar pie a malas interpretaciones.
Con la “muerte de Dios”, Nietzsche no se refiere a un asesinato de la deidad. Se refiere a un abandono de los trasmundos, es decir, las promesas de algo más allá de la vida. Con esto, se volvería a la vida, a las pulsiones. La vida se volvería en un medio de realización, no una manera de llegar a alguno de esos trasmundos. A partir de esto, se da una superación de todo lo que se comprende como humano, el “superhombre”. No se refiere a un individuo superior, sino a una superación de los planteamientos del ser humano. De allí, se pasará a un momento de creación de nuevos valores, retomando la vida y sus pulsiones creadoras. La “voluntad del poder”.
Los planteamientos de Nietzsche se me hacen de gran importancia. Allí, cuestionamos sobre la importancia del hombre, que, al parecer, su pensamiento lo hace creer único; lo engaña al hacerle creer poseedor de un universo, que realmente es aún más enorme y donde el espacio de nuestra vida es “tan solo un minuto”. Cuestiona el ego del hombre, y además, busca retomar la vida por la cual el ser humano se encuentre en un estado de creación indeterminado.
Este tipo de planteamientos nos permiten dejar de lado lo establecido para crear nuestras propias condiciones de vida; nuestras propias formas de concebir la realidad y crear en base a nuestros impulsos. Como los impresionistas, que se rebelaron en contra de los planteamientos académicos y dieron las bases del arte contemporáneo, esta negación y superación que plantea Nietzsche podría darnos las bases de una expresión más libre y subjetiva, donde encontraremos los mejores y mayores exponentes de la creación libre; en una vida nueva, subjetiva y más libre.
Imagen de: https://www.theoccidentalobserver.net/authors/friedrich-nietzsche-by-edvard-munch.jpg
Artista: Edvard Munch.